Estatutos de Protección a la niñez y la juventud
“Que no haya duda ni confusión por parte de nadie: Para nosotros sus obispos, la obligación de proteger a los niños y jóvenes y evitar el abuso sexual emana de la misión y el ejemplo que Jesucristo mismo nos ha dado y en cuyo nombre nosotros servimos.”

A fin de enfrentar la crisis experimentada por la Iglesia en los Estados Unidos en 2002, la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos se reunió para decidir cómo abordar mejor el escándalo que surgió en la Iglesia con las denuncias de abuso sexual de menores.

Dos decisiones cruciales por parte de los obispos se derivaron de dicha conferencia:

  • Ellos aceptaron su culpabilidad en algunos de los errores cometidos en el pasado.
  • Ellos deseaban asegurar a todos que jamás se permitiría que ocurriera este tipo de situaciones de nuevo.

Y así nacieron los Estatutos de Protección a la niñez y la juventud. La promesa de los Obispos Católicos en Estados Unidos, de que harían todo lo que estuviera en sus manos para asegurar a los padres y a la comunidad en general, que pese a los errores que se cometieron, el futuro de la Iglesia en los Estados Unidos adoptaría la seguridad de sus niños como punto central de su misión.

Los Estatutos ponen en práctica mandatos, que de seguirse, protegerán a los niños bajo nuestro cuidado. Los Estatutos contienen 17 Artículos, que cuando se adopten, limitarán seriamente la posibilidad de que ocurra abuso sexual de menores en nuestras parroquias y escuelas.

Con 17 artículos, el enfoque de los Estatutos es:

  • Promover la sanación y reconciliación con las víctimas/sobrevivientes de abuso sexual de menores
  • Garantizar una respuesta eficaz a las denuncias de abuso sexual de menores
  • Garantizar la rendición de cuentas de nuestros procedimientos
  • Proteger a los fieles en el futuro